La eyaculación precoz es la falta de control eyaculatorio al punto que interfiere con el bienestar sexual y emocional de uno o ambos amantes. Hay varios grados de eyaculación precoz:
El más leve es cuando el hombre eyacula entre los 2 y 5 minutos luego de comenzar el bombeo.
El más severo se da cuando el hombre eyacula a los pocos segundos de penetrar o, peor aún, antes de introducir el pene en la vagina.
En esta primera parte nos centraremos en técnicas de recuperación que uno puede aplicar por sí mismo, sin requerir de nadie más.
El sistema más simple, práctico y efectivo a aplicar es lo que alguien ha dado en llamar la "terapia masturbatoria", la cual procedemos a describir:
El hombre debe comenzar a auto estimularse hasta obtener una erección satisfactoria, mientras –en su mente– desarrolla fantasías relacionadas con sus actuales relaciones sexuales (pero visualizándolas en forma plenamente satisfactoria).
Una vez obtenida la erección, el hombre debe relajar un poco su estímulo, aflojando la mano y reduciendo al mínimo sus movimientos, pero sin soltar realmente su pene y, sobre todo, sin dejar de visualizarse disfrutando sexualmente.
Esta pausa se debe mantener hasta que la erección comienza a perderse, momento en el cual debe reanudarse la auto estimulación a fin de recuperarla. Este alternar de estímulo y pausa debe repetirse, una y otra vez, cuidando de durar algo más cada vez, a fin de "educar" la respuesta sexual.
Es importante, durante todo este ejercicio, centrarse exclusivamente en lo que se está haciendo, motivo por el cual debe simplemente anotarse la hora de inicio y recién al final preocuparse de ver el tiempo empleado (en vez de estar pendiente del reloj, lo que anularía todo el efecto).
La parte crítica de todo este asunto es el reconocimiento del "punto sin retorno", esto es, el punto en el cual ya no puede impedirse el llegar a la eyaculación.
En la medida en que pueda reconocerse este punto, el hombre puede "frenar" antes de llegar al orgasmo, alargando así su duración en lo sexual.
En la medida en que pueda reconocerse este punto, el hombre puede "frenar" antes de llegar al orgasmo, alargando así su duración en lo sexual.
La doctora Carol Atman nos dice en su libro Autoterapia Sexual...
No importa cuál sea su edad, o el estado de su cuerpo, podrá obtener un mayor placer del sexo, y se sentirá más como una persona, cuando haya aprendido a controlar sus músculos sexuales.
Cuanto mayor sea el dominio que tenga sobre ellos, tanto más placer puede brindar a su pareja. El control de esos músculos le permitirá ser una persona más expresiva sexualmente. Es algo fácil de lograr, y que resulta enormemente útil y excitante.
En el momento en que el hombre se excita, se produce –espontáneamente– una oscilación de los testículos… para ser más claros: El escroto (la bolsa de los testículos) se contrae y afloja en un ritmo creciente, haciendo que los testículos se acerquen al cuerpo y luego vuelvan a descender, pegándose más y más en cada oscilación hasta llegar a "ajustarse" contra la entrepierna.
Éste suele ser el "punto sin retorno" en la gran mayoría de los hombres, de modo que, si el hombre aprende a hacer una pausa en ese momento, habrá solucionado su problema de eyaculación prematura.
En este sentido, también ayuda el "estirar" un poco el escroto (la bolsa de los testículos) con los dedos para separarla del cuerpo, frenando el proceso.
Pruébelo… ¡Realmente funciona!
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