
E s una realidad genética que el varón se excita
más por la vista y el olfato.
Cuando el hombre mira a una despampanante mujer
que pasa a su costado, o incluso si sueña con poseerla, no está traicionando
a la mujer que ama, es tan sólo una reacción debida a su instinto natural, que
en el caso del hombre, no tiene nada que ver con el amor.
Casados o solteros,
los hombres disfrutan de ver y continuarán mirando siempre que tengan
oportunidad.
Como mujer, es tu trabajo mantener vivo el fuego en la relación. Es tu responsabilidad darle en casa la aventura y variedad sexual que él necesita para que no la busque en otra parte y, para ello, tendrás que luchar con tu más terrible enemigo: la rutina.
Para ayudarte a encender la llama de la pasión, tus mejores aliados son:
• Imaginación.
• Sensibilidad, para conocer sus estados de ánimos y sus deseos.
• Atreverte a experimentar nuevas técnicas sexuales, situaciones y lugares atrayentes.
Prepara una aventura en tu propia casa...
Antes
de que tu hombre se vaya a trabajar, adviértele que le tienes preparada una
sorpresa esa noche, luego, llámalo por teléfono e invítalo para que al volver,
descubra el tesoro escondido... ¡se quedará intrigado!

En otra oportunidad, espéralo con un peinado diferente, vestida sexy con tacones altos, de odalisca, mucama francesa, conejita playboy... en fin, deja fluir tu imaginación ¡y vuélvelo loco!
Siendo mil en una, lo tendrás siempre pensando en ti...
¡Créeme que valdrá la pena!
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