sábado, 27 de septiembre de 2014

El Masaje



       Si ves a tu compañero llegar cansado, empieza por darle un masaje al cuello y los hombros... ahí es donde acumulamos toda la tensión del día, del trabajo, ¡de todo!
 

       Es importante que le des el masaje estando tú relajada, sin prisa, dale todo el tiempo necesario. Desconecta el teléfono, apaga el televisor y elige una música suave de fondo.

       Es preferible dejar una luz indirecta muy tenue o, mejor aún, prender un par de velas aromáticas, eso le ayudará a relajarse.

       Masajea con más intensidad al principio, intentando disolver los llamado "nudos" que principalmente se ubican en la espalda, trapecio y mandíbula. Cuando notes menos tensión, extiéndete por otras zonas como los brazos, nalgas y piernas... y suaviza la intensidad del masaje.


       Te aconsejo que utilices aceite corporal en lugar de cualquier tipo de crema, es más "resbaladizo" y suave al tacto... y por lo mismo, mucho más sensual.





       Cuida también que el aceite cumpla con los siguientes requisitos:
 ● No debe contener alcohol ni ningún otro componente que pueda producir escozor o quemazón en la piel tan sensible de los genitales.

● Debe tener un buen olor; el aroma debe ser del agrado de ambos.


● ... Y sobre todo, ¡¡debe tener buen sabor!!
 
       Y ahora, con tu pote de aceite en la mano, sólo tienes que coger a tu pareja, tumbarla sobre la cama y ¡a disfrutar se ha dicho!

Ya verás los resultados,
él te lo sabrá agradecer.


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